Sevilla se hace verde
Bienvenidos a la nueva Sevilla, una metrópoli más limpia, más verde y más respirable, donde la recorren las bicicletas, los peatones y los tranvías eléctricos. Esta ciudad española ha apostado por decir adiós al organizado caos urbano en demasiadas ciudades mediterráneas y abrazar una perspectiva más sostenible.El pistoletazo de salida lo dio el activo alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín en 2007, a la velocidad del rayo de una Sevilla verde que desafía su imagen de relajada fiesta y siesta. En el lapso de apenas cinco años, los sevillanos han establecido sistema de préstamo de bicicletas, un tranvía, un metro subterráneo, dos conexiones de alta velocidad y – a 20 kilómetros en Sanlúcar la Mayor – la primera planta solar comercial de Europa.
Después de décadas de caos circulatoria, la inauguración del sistema de préstamo de bicicletas SEVici en abril de 2007 fue como una bendición, incluso para los conductores de automóviles declarado. SEVici fue la segunda iniciativa de préstamo de bicicletas en España (ahora hay nueve), inaugurado unas pocas semanas después del programa Bicing de Barcelona. A pesar de copias posteriores – el Vélib de París se lanzó en 2009 – sigue siendo el quinto mayor sistema de esta clase en Europa, con una oferta 2.500 bicicletas. Coge una máquina de dos ruedas de alguna de las 250 estaciones y rápidamente descubrirás que la bicicleta se adapta a esta plana y suave metrópoli.
La mayoría de los 250.000 usuarios diarios de SEVici son de3 la propia ciudad, pero los visitantes pueden aprovechar las ventajas del sistema de préstamos con la compra de una bono de siete días por 10 euros (más un depósito retornable de 150 euros). Tendrás que acercarte a la estación más cercana e introducir el código de tu recibo para conseguir tu bicicleta. Sevilla tiene 120 km de carriles bici y los 30 primeros minutos de uso son gratuitos. A partir de ahí cuesta un euro por la primera hora y dos euros por hora a partir de entonces.
Circulando en bicicleta por la Avenida de la Constitución, con la fragancia de las naranjas maduras, encontrarás colas en museos, coches de caballos y atractivas señoritas con vestidos de lunares blancos y rojos – pero no coches. Las calles principales de Sevilla fueron peatonalizadas en 2007 para dar paso el nuevo tranvía, el MetroCentro.
La línea original del tranvía – una modesta longitud de 1,4km – se amplió en 2011 para incorporar 1,1km extra. Al mismo tiempo, la introducción de una revolucionaria nueva tecnología de baterías implicó que las antiestéticas catenarias pudieron ser desmanteladas. La tercera etapa del tranvía planifica su extensión hasta la lejana estación central de ferrocarril de Sevilla, Santa Justa, donde los nuevos trenes de alta velocidad conectan con Madrid, Cádiz y (en 2013) Granada.
Hay una parada de tranvía junto a la majestuosa catedral gótica de Sevilla, su fachada se muestra muy limpia estos días gracias a la notable reducción de la polución del aire. El tranvía también conecta con la estación de autobuses (en el Prado de San Sebastián) y el nuevo metro subterráneo (en Plaza Nueva).
En la mesa de dibujo desde 1974, el metro de Sevilla finalmente abrió su primera línea en 2009. Veintidós estaciones repartidas por sus 18km conectando los suburbios del sur y el oeste con el centro de la ciudad, y a un precio razonable a partir de 1,35 euros. Está programado que tres líneas más entren en servicio en 2017.
Si la reputación de loca conducción de Sevilla aún no te ha disuadido, podrías considerar alquilar un automóvil eléctrico para desplazarse. Renault eligió Sevilla como la ciudad para lanzar sus tres nuevos modelos de emisiones cero en octubre 2011, y últimamente estos tres modelos y otros podrán hacer uso de 75 puntos de recarga de baterías que se han construido por la ciudad como parte del proyecto Movele, un plan financiado por el gobierno para impulsar el uso del coche eléctrico.
Encontrar aparcamiento sigue siendo un problema perenne. Sevilla ha construido sobre muchos de sus tradicionales aparcamientos de automóviles, más recientemente en marzo de 2011 con el audaz y ultramoderno Metropol Parasol en la Plaza de la Encarnación, que alberga un museo (con los restos musulmanes y romanos encontrados en el lugar), un mercado, un restaurante, una plaza y una pasarela panorámica. Pretendiendo ser un icono arquitectónico en un centro habitable, esta estructura gigante, que pretendía ser la mayor estructura de madera del mundo, se describe mejor como un bosque de setas unidas por un gofre volante. Hasta la fecha ha creado tanta controversia como hizo una vez la torre Eiffel. Pero, para sus defensores, su espíritu representa una parte integral de la nueva Sevilla, un experimento urbano con visión de futuro.
Autor: Brendan Sainsbury
Publicado: Enero 04, 2012
Artículo original (en inglés):